Rhodiola rosea

  • La medicina tradicional china incluye la rodiola en sus formulaciones para frenar los síntomas del envejecimiento, en asociación a otras plantas estimulantes, antioxidantes y adaptógenas.

Pero lo cierto es que ya era bien conocida por sus poderes estimulantes y defatigantes para las poblaciones de Rusia, Siberia y Mongolia.

De hecho, se la ha bautizado como raíz ártica o ginseng nórdico, por la similitud de sus efectos estimulantes con los del ginseng coreano, y se cuenta que los deportistas y los astronautas de la antigua Unión Soviética se valían de extractos de rodiola para aumentar su capacidad de resistencia tanto a nivel físico, como mental, y para enfrentarse con éxito a las adversidades.

La parte medicinal de la rodiola es el rizoma y la raíz, en polvos o en forma de extracto. Los atributos medicinales de esta planta vienen dados por los principios activos que contiene y a los que se les atribuye una determinada acción curativa sobre el organismo. Son básicamente tres tipos de compuestos bioquímicos:

  • Rosavina.
  • Polifenoles.
  • Glucósidos de tirosol como salidrosida o rhodiolosida.

La Rhodiola rosea se destina a mitigar la fatiga física y a favorecer la capacidad de resistencia, de ahí que algunos la rebauticen como ginseng nórdico. Se le atribuye la capacidad de elevar los niveles de ATP (trifosfato de adenosina) y de creatina, que son las fuentes de energía que precisamos para ejercer un esfuerzo físico y para rendir físicamente sin agotarnos, una función orgánica que se va debilitando con la edad y también a causa del agotamiento y del estrés.

Extractos de rodiola en polvo se han demostrado útiles para dotar de mayor energía a las moléculas que se precisan para el ejercicio físico, sobre todo para potenciar la recuperación de la función muscular, sometida a una presión excesiva a causa de la práctica deportiva o por una determinada actividad física exigente. Se considera por todo ello un aliado de la salud del deportista y del excursionista.

  • Se atribuye igualmente a esta planta una acción adaptógena y estimulante notable, como un recurso natural útil para enfrentarnos a las adversidades, para ayudar a adaptarnos a las situaciones cambiantes y para dominar las puntas de estrés. Se destina a combatir la fatiga física y mental. Existen estudios clínicos al respecto, aunque con resultados que no son concluyentes, como esta revisión de 11 trabajos realizado en 2012 por investigadores canadienses.
  • Extractos de rodiola, en dosis ponderadas, podrían potenciar la actividad de determinados neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la noreprinefina en el cerebro, ayudando a quien lo toma a mejorar su capacidad de concentración y de análisis. Sería efectivo también para combatir la fatiga mental y la flaqueza y, en general, para aumentar el rendimiento intelectual. Es un remedio destinado básicamente a estudiantes, opositores, conferenciantes y académicos, que de momento no cuenta con aval científico.
  • La Rhodiola rosea es también un recurso válido para tratar la debilidad y la astenia, en tratamientos de largo alcance.
  • Extractos de rodiola se han ensayado como remedio natural para el alivio de los síntomas y los desórdenes orgánicos vinculados a la depresión, en depresiones no profundas y leves, destinado sobre todo a las personas que, por cuestiones culturales o por convicciones firmes, rechazan los tratamientos con medicación convencional. Es un recurso de la medicina tradicional china. Un equipo internacional de la Universidad de Pennsylvania, Filadelfia, publicó los resultados de un ensayo clínico al respecto en la US National Library Medicine en 2014.
  • Remedios con Rhodiola rosea se han indicado para combatir el insomnio y la ansiedad leve. Se le atribuye un cierto efecto reductor del cortisol o la hidrocortisona, una hormona segregada por la glándula suprarenal, vinculada con el estrés y la ansiedad, que altera el metabolismo celular y que puede llegar a inhibir drásticamente el sueño. Por lo que respecta al tratamiento de la ansiedad, con extracto de rodiola Rhodax, existen algunos estudios piloto, como el emprendido por Kerwin, Feusner y Bystritsky, de la Universidad de California.
  • La rodiola, por su poder estimulante, se ha destinado igualmente a combatir determinados síntomas emocionales de la menopausia, como la tristeza, la ansiedad leve o los episodios depresivos, pero también otros de índole orgánica, como la jaqueca o la falta de apetito.